AGUA NO CONTABILIZADA
El ANR no sólo es una cuestión de fugas. Tiene un impacto en todos los niveles: desde la extracción de agua hasta la facturación.
Las causas son tan diversas como complejas de identificar y medir. Los factores que influyen en el ANR son numerosos. Esto convierte la reducción del ANR en un tema clave para asegurar el futuro de los servicios públicos.
Un estudio del Banco Mundial estima que las pérdidas de agua a nivel mundial ascienden a 126 000 millones de metros cúbicos anuales, lo que equivale a una pérdida diaria de aproximadamente 77 litros. Con un valor económico de más de 1 000 millones de dólares estadounidenses al año, en los países en desarrollo se pierden aproximadamente 10 millones de metros cúbicos de agua, de los cuales 20 000 millones corresponden a agua no contabilizada.
Las empresas de agua sufren los enormes costos financieros de tratar y bombear el agua, solo para ver cómo se filtra de nuevo al subsuelo, y la pérdida de ingresos por agua que de otro modo se podría haber vendido. Si se pudieran reducir a la mitad las pérdidas de agua en los países en desarrollo, el agua ahorrada sería suficiente para abastecer a unos 90 millones de personas.
Gestión del agua no contabilizada (ANR)
La necesidad de gestionar mejor el ANR y proteger los valiosos recursos hídricos es cada vez más importante. La gestión del agua no contabilizada (ANR) permite a las empresas de servicios públicos expandir y mejorar el servicio, optimizar su rendimiento financiero, hacer las ciudades más atractivas, aumentar la resiliencia climática y reducir el consumo energético.
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